La Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional, y Ameripol efectuaron la ‘Operación Sin Frontera’ en Colombia y 11 países del sur y el centro del continente. En la cadena criminal fueron identificados falsificadores y funcionarios de oficinas de tránsito que facilitaban la matrícula de los vehículos hurtados. La compraventa de autopartes robadas, otra de las arandelas del negocio ilícito.

Durante siete días consecutivos y luego de más de diez meses de investigaciones, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y la Comunidad de Policías de América (AMERIPOL) adelantaron de manera simultánea la fase final de la ‘Operación Sin Frontera’, que permitió asestar un golpe estructural a la cadena criminal que se desprende del hurto de vehículos y motocicletas en el sur y el centro del continente.

Las acciones conjuntas se desarrollaron en Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Chile, México, Panamá, Bolivia, Paraguay, El Salvador, Costa Rica y Honduras. El balance general de las actividades desplegadas en los 12 países fue de 334 capturas y la recuperación de 692 vehículos y 3.848 autopartes.

Solo en el caso de Colombia, la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) y la Fiscalía General de la Nación realizaron 14 operaciones que permitieron las capturas por orden judicial de 67 personas, por los delitos de concierto para delinquir, hurto calificado y agravado, fraude procesal, receptación, falsedad marcaria, estafa y falsedad en documento privado.

Igualmente, en desarrollo de 36 allanamientos en 21 municipios de 14 departamentos, y principalmente en ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali, se lograron desarticular 14 estructuras dedicadas al hurto de automotores y a la compra y venta de autopartes robadas, especialmente puertas y espejos.

La ‘Operación Sin Frontera’, diseñada para atacar delitos que afectan directamente el patrimonio de los ciudadanos, permitió en Colombia la recuperación de 91 vehículos y 79 motocicletas, avaluados en 1.450 millones de pesos, y de 325 autopartes.

Gracias a las denuncias de las víctimas y a las investigaciones adelantadas se pudo determinar la existencia de las estructuras delictivas en el país que se dedicaban a robar los automotores mediante la modalidad de halado y atraco, los cuales eran sometidos a un proceso de alteración de los sistemas de identificación.

Luego, los automotores eran comercializados en distintas regiones del país, principalmente en el Eje Cafetero y el Valle del Cauca, o llevados a Ecuador y Perú, donde eran matriculados de manera ilegal en organismos de tránsito de esos países, con la presunta complicidad de algunos funcionarios.

Con la información aportada por los miembros de Ameripol también se pudo establecer que los automotores, en especial camionetas de gama alta hurtadas en Ecuador, Perú y Colombia, eran llevados a los países limítrofes a través de las fronteras terrestres y marítimas.

Solo en Ecuador se efectuaron 101 capturas y se recuperaron 141 vehículos y 2.854 autopartes en las poblaciones de Guayas, San Jacinto de Yaguachi, El Oro, Machala, Azuay, Camilo Ponce Enríquez y Tena, mientras Perú realizó 17 detenciones y recuperó 186 automotores y 129 autopartes en jurisdicción de Madre de Dios, Cusco, Huanuco, Amazonas, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca, Tumbes y Lima.

Así mismo, en Chile se registraron 53 capturas por robos de automotores en Santiago, Arica, Antofagasta, Calama, Coquimbo, Valparaíso, Rancagua y Concepción. En el país austral se recuperaron 29 vehículos.

Por otra parte, en Bolivia se recuperaron 74 vehículos y 36 autopartes que habían sido hurtados en Cochabamba, La Paz, Oruro, Pando, Santa Cruz, Sucre y Tarija, mientras que las autoridades mexicanas ejecutaron 27 capturas y recuperaron 25 vehículos, y las argentinas lograron 14 detenciones y ubicaron 30 vehículos y 500 partes de automotores, entre otros resultados obtenidos en la región.

Los informes judiciales indican que las autopartes robadas en el centro y el sur del continente eran comercializadas con países vecinos, ya que el traslado a naciones mucho más lejanas no era rentable en el esquema del negocio ilícito.

Dentro de las estructuras desmanteladas en Colombia figuran ‘Los Pana’, cuyos cinco integrantes delinquían en Bogotá, Cundinamarca y el Valle del Cauca; ‘Los Latoneros’, que cometían los hurtos en la capital del país, y ‘Los Falsos Jíbaros’, con presencia en Ibagué.

Así mismo, fueron desmanteladas las agrupaciones delictivas ‘Los Pinky’, en Chocó; ‘Los Suzuki’, en Córdoba; ‘La Paz’, en Medellín; ‘Los Máquina I y II’, en Antioquia; ‘Cazador’, en Barranquilla; ‘Los Veteranos’, en Atlántico; ‘Los Discípulos’, en Manizales; ‘Los Ecuatorianos’, en Nariño y ‘Los Picahierro’ y ‘Los Nevados’ en Cesar.

Con información de la Fiscalía